Dr. Atl,
Nahui Ollin,
1922
6. EL YO
Gerardo Murillo pinta este retrato de Nahui Ollin en 1922 cuando mantenía una relación amorosa con ella.
En el cuadro, Murillo retrata a Nahui sobre un fondo que recuerda las nubes detrás de una pared o el respaldo de una banca verde. Su vestimenta negra parece concordar con la tristeza de sus ojos. Sus grandes pestañas enmarcan el color esmeralda de su iris que mira sin ver hacia el frente bajo unas cejas delgadas que se juntan ligeramente en medio de la pesadumbre.
Su nariz, su boca, sus mejillas y su pelo son representadas con delicadeza.
Atl ve en Nahui, y busca resaltar ante todo, una belleza física que se enmarca en medio de melancolía y la aflicción.